El tiempo de recuperación de una contractura muscular depende de varios factores: la intensidad, el músculo afectado, la edad de la persona, su estado físico y si se aplican o no tratamientos adecuados.

De manera general:
- Contracturas leves (por mala postura, pequeños esfuerzos o tensión emocional): suelen mejorar en 2 a 5 días con reposo relativo, calor local y estiramientos suaves.
- Contracturas moderadas (por sobrecarga muscular en deporte o trabajo): pueden tardar entre 1 y 2 semanas, especialmente si no se trata a tiempo.
- Contracturas graves o recurrentes (asociadas a lesiones previas, estrés crónico o problemas posturales): pueden prolongarse 3 semanas o más si no se corrige la causa.
Factores que influyen en la recuperación
- Edad: en personas jóvenes la recuperación suele ser más rápida.
- Tratamiento aplicado: masajes, fisioterapia, calor local y estiramientos aceleran la mejoría.
- Hábitos diarios: mantener la misma postura o seguir sobrecargando el músculo retrasa la recuperación.
- Causa de origen: si la contractura proviene de estrés o de una enfermedad subyacente, puede repetirse con frecuencia.
Consejos para una recuperación más rápida
- Aplicar calor local en la zona 2–3 veces al día.
- Masajes suaves o fisioterapia para liberar la tensión.
- Ejercicios de estiramiento progresivo (sin dolor).
- Hidratación y minerales adecuados (especialmente magnesio y potasio).
- Descanso relativo, evitando tanto la inactividad total como el esfuerzo excesivo.
👉 Como referencia, la mayoría de las contracturas se resuelven en menos de 2 semanas, aunque si el dolor persiste más allá de este tiempo, conviene acudir a un fisioterapeuta o médico para descartar otras lesiones.